Por su lejanía, por su falta de buenas comunicaciones y por las características de edad y dispersión de la población, la comarca de Ciudad Rodrigo es un ejemplo de la falta de equidad ante la sanidad, es decir, de la desigualdad real en el acceso a los servicios sanitarios entre la población urbana y la rural y entre unas comunidades y otras.
Esta realidad exige un esfuerzo que permita elevar el nivel de bienestar sanitario de la comarca y que pasa por un mayor aprovechamiento de los recursos sanitarios existentes y unas inversiones cuidadosamente estudiadas.
Es responsabilidad de la administración sanitaria conocer las necesidades, planificar las soluciones, darlas a conocer y llevarlas a cabo. Desde esta asociación, proponemos a la población que, a través del Consejo de Salud, conozca y vigile la Cartera de Servicios que ofrecen sus Centros de Salud ya que, si es la adecuada en cantidad y calidad, dará respuesta a la mayor parte de los problemas. Debe aumentarse la comunicación entre los médicos especialistas y los de atención primaria a través de las interconsultas, ya que, además de la función docente, favorecen el seguimiento de pacientes en su pueblo (téngase en cuenta que la dispersión y el déficit de transportes es un problema todavía mayor en los pueblos que en la cabecera). Es necesario seguir reforzando las consultas de especialistas con las adecuadas condiciones de personal, espacio y medios y contando con sanitarios infrautilizados en el medio hospitalario, aunque sin imponer condiciones laborales inadmisibles, como ha ocurrido.
Para la atención urgente es necesario el reciclaje permanente y obligatorio de los sanitarios y una dotación adecuada de los Centros de Salud pues se carece de cosas básicas. Hay que acometer la asignatura pendiente del transporte de enfermos graves: coordinación de medios, ambulancias equipadas, entrenamiento del personal de los centros en el manejo de los equipos, posibilidad de que el sanitario pueda acompañar al enfermo, con delimitación clara de en qué situaciones.
Un tercer grupo de medidas son las que deberían desarrollar la casi inexistente red de apoyo sociosanitario domiciliario para disminuir el número de ingresos y acortar la estancia hospitalaria de muchos ancianos, con beneficio para su salud y calidad de vida y para comodidad de los familiares.
Finalmente, es imprescindible invertir en carreteras comarcales que están en pésimo estado y por supuesto en la autovía Salamanca-Fuentes de Oñoro.
Concha Ledesma.
Publicado en «El Adelanto», 31 Enero 1998