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Pregunta  tan sencilla, tan lógica de preguntar, tan imposible de responder, tan revolucionaria…

 Algunos médicos quizá controlan parte de sus citas, algunos administrativos quizá “priorizan” las citas a su manera. Algunos servicios quizá controlan ellos mismos las revisiones de sus pacientes.   Los servicios de citaciones llevarán un cierto orden, la dirección del hospital impondrá ciertas normas,  las inercias de años y años repetirán sus errores  y sus ventajas.  Pero , en conjunto, nadie sabe quién lo controla  ni  con arreglo a qué criterios.

Es un monstruo incontrolable que se mueve  solo por los despachos, pasillos  y mostradores  de la sanidad pública.

Para la ADSP  como también otros muchos en los últimos 30 años,  admitiendo  que un sistema universal  de sanidad, lleva implícita una cierta lista de espera como forma de regulación, la respuesta al problema de las listas de espera  ha girado siempre en torno a dos elementos que considerábamos suficientes:  

  • Priorizar  las listas con criterios clínicos  transparentes y reproducibles tarea que debe corresponder   a los equipos asistenciales.  Salvo honrosas excepciones no ha funcionado
  • Organizar y dotar a los centros sanitarios públicos para que no se acumule una lista de espera insoportable. Hacerlo con lealtad hacia el sistema de todos y no dejando pudri r las cosas en la pública para luego derivar a la privada.  Esto corresponde a los administradores,  técnicos y políticos de los centros sanitarios. A  la vista está el resultado.

Pero hay un elemento con el que nunca hemos contado y es  el papel que puede jugar el usuario, el que está apuntado en la lista. Aquél del que solo se espera que responda  con “educación ciudadana “ es decir, que aguante a ciegas , topando impotente contra un muro inexpugnable o buscando la rendija individual por donde colarse.  

Es difícil que el usuario “asalte el poder”  de controlar las listas y si lo hiciera no podría hacerlo con justicia y eficacia para lo común. Pero ATENCIÓN, Bastaría con reconocerle el derecho a saber en todo momento su posición en la lista, solo eso, para que todo cambiara.

Esa podría ser la pequeña herramienta poderosa  que moviera las cosas. La tecnología de Información y comunicación lo permite.  Es cuestión de compromiso tanto ciudadano como político y profesional.
 Hace falta regeneración y transparencia también en el sistema sanitario.

Concha Ledesma . (Adsp de Salamanca. 26 febrero 2014)

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