Asociación para la defensa de la sanidad pública

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Existen dos vocablos que se parecen pero no significan lo mismo, uno es planear (hacer planes, planificar) otro es plantear (establecer, poner en ejecución).
Hay ocasiones en que las reformas, aunque adecuadamente orientadas no responden a las expectativas que crearon en su momento, bien porque no se han desarrollado los condicionantes necesarias o porque aparecen problemas que no se habían calculado.
La reforma psiquiatrica que en España, a mediados de los ochenta, pretendía dignificar a los enfermos mentales cerrando manicomios y que otorgaba su custodia a la comunidad, creando unidades de salud mental pero también implicando a la familia, a los ayuntamientos, a profesionales sanitarios y no sanitarios y que en su momento muchos defendimos, pasado un tiempo demuestra que los escépticos tenían razones fundamentadas en base a múltiples causas.

Frecuentemente acuden a nuestras consultas familiares angustiados porque no saben que hacer con los enfermos a su cargo: los que sufren trastornos mentales (fundamentalmente esquizofrénicos) de difícil manejo pues no cumplen el tratamiento (punto clave), los padres son mayores, tienen problemas de relación con su entorno social, generan situaciones judiciales de difícil manejo… etc.
En contados casos ingresan como urgencias en los hospitales, se regula la situación, pero al alta se vuelve a la situación de partida. El ingreso en unidades de media estancia «unos meses» parecería una solución pero al volver, la familia y el medio deberían estar preparados para acogerlos y además existen contadas plazas para la gran demanda.
El ingreso en residencias de estancia continua es tarea casi imposible: la edad limita a estos pacientes quedando escasas plazas concertadas en nuestra región, y se cubren por criterios que no siempre son sociales.
Uno de los problemas es que los recursos no han dado respuesta a ese plan, bien porque no han crecido según demanda o porque los existentes no se han adaptado a la realidad.
Se planeó bien pero se ejecutó mal.

Antonio Julián. El Adelanto 10 Octubre 2009

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