Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

Síguenos en:

Síguenos en:

Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

Las muchas noticias sobre la propuesta del Gobierno de modificar la ley del aborto vigente me han traído a la memoria una antigua y excepcional película: Luz de Gas (Gaslight). El maestro George Cukor dirige a una panoplia de inmensos actores para mostrarnos el juego de la manipulación. Ingrid Bergman duda progresivamente de sus sensaciones y de sus razonamientos a pesar de la evidencia de los hechos por las maniobras de un Charles Boyer que interpreta todo un aparente dechado de amor y entrega conyugal. Va minando su confianza mediante triquiñuelas físicas y psicológicas que hacen pensar a la víctima que ella es la única culpable de lo que percibe.

El inusitado y urgente interés por la modificación de la ley del aborto, cuestión tan íntimamente desgarradora para una mujer que me parece una obscenidad cualquier instrumentación partidista, me ha dejado perplejo: ¿hay un clamor social que lo demande?, ¿se ha incrementado el número de abortos o de malas prácticas clínicas o el riesgo para las mujeres o hay uso inadecuado y elástico de la ley?, ¿era esta tan dispar a las de otros países de la Unión Europea?. Los hechos cuando son medidos científicamente son testarudos y rotundos y se oponen radicalmente a una respuesta afirmativa a cualquiera de los anteriores interrogantes.

Si estamos cercanos a la asfixia por asumir los requisitos económicos de Europa y esto es tan importante, nos dicen, ¿por qué no asumimos otros excelentes aspectos de su cultura?.

Holanda, por ejemplo: Monarquía constitucional, coalición de partidos conservadores en el gobierno (algunos de ellos, muy, pero que muy conservadores), más del cincuenta por ciento de la población se declara cristiana. En Holanda, es un ejemplo ya lo he dicho, existe una ley de plazos hasta las 24 semanas de gestación. Revista The Lancet (entre las cinco más prestigiosas en la opinión científico-clínica mundial), 18 de febrero del 2012, por ejemplo. Traduzco parte de sus conclusiones: Leyes de aborto restrictivas no están asociadas con tasas de aborto más bajas.

Pues eso: Gaslight. ¡Qué pena que no venga, como en la película, Joseph Cotten!

José Manuel Iglesias. ElAdelanto 10 marzo 2012

 

…………………..

Compartir en email
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en whatsapp