Frente a las quejas sobre las escandalosas demoras en la atención sanitaria de segundo nivel, los responsables políticos de la sanidad pública nos remiten a la escasez de médicos. Pero este es sólo uno de los posibles factores ya que hay una serie de estrategias que se pueden y se tienen que aplicar y que no se están realizando ni siquiera proyectando.
Las listas de espera se afrontan -simplemente es de sentido común- disminuyendo la demanda y mejorando el rendimiento.
Mejorar la resolución de la atención primaria.
Respecto al primer punto no nos cansamos de repetir el papel de la Atención Primaria como el filtro más eficaz. Es imprescindible mejorar la capacidad de resolución de ésta proporcionando suficientes medios de exploración, de personal, de tiempo para el paciente, pero también favoreciendo una coordinación fluida con la medicina de atención en el segundo nivel a través de canales de comunicación eficaces y cómodos (e-mail, teléfono, videoconferencia con paciente o sin él); con protocolos de derivación que incluyan los datos precisos para estipular una priorización por puntos: el motivo y objetivo de la consulta y la información necesaria para el seguimiento por su Médico de Familia cuando esta sea la indicación.
Optimizar la cita
Para mejorar el rendimiento es necesario un aumento de recursos, la implantación del sistema de cita por priorización mencionado, la organización de citas de “un día” donde se pueda resolver la demanda (tenemos la experiencia de las UCAI) y el estudio de la gestión del tiempo en el servicio para optimizar el mismo. Este apartado (muy desarrollado en las empresas privadas) requiere una actitud alerta para detectar y evitar las interferencias (exceso de reuniones, de traslados, de trabajo administrativo), conseguir en suma, una mejor organización, en la que estaría implicado también el personal administrativo, (registro de datos, filtro de llamadas, etc.). También hay Comunidades que han optimizado los servicios utilizando los turnos de guardia (tarde y noche) para realizar las pruebas diagnósticas con mucha demora; de hecho, hace poco nuestro Colegio de Médicos reclamaba la ocupación de los quirófanos por la tarde para mejorar su rentabilidad.
Cumplir objetivos de tiempo
En último lugar, conviene fijar objetivos por prioridades en cada servicio y establecer tiempos máximos de espera con evaluación de su cumplimento. Recordemos que hay una ley de Garantías sanitarias que no se está aplicando.
La mayoría de estas soluciones no suponen gasto desproporcionado pero ninguna ha sido planteada por parte de los gestores y ni siquiera han sido sugeridas por parte de los políticos.
La excusa de la escasez de profesionales esgrimida por nuestros responsables sanitarios revela una pasividad incomprensible frente la gravedad de la situación. ¿Cuál es la causa real de esta inactividad?.
Esperanza González Marín