Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

Síguenos en:

Síguenos en:

Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

Nos autodenominamos sus defensores, pero nos agrada comprobar el gran número de ciudadanos que, del mismo modo, proclaman este derecho de todos y esta obligación de la Administración.
En nuestra provincia, la Sanidad Pública, Empresa Sanitaria Pública, tiene un peso socioeconómico importante, puede que sea la que albergue más trabajadores que con su profesionalidad y dedicación han conseguido para la misma una valoración general alta. ¿Merece la pena reforzarla y hasta mimarla? Es una pregunta retórica, que no admite más que una respuesta unánime. SÍ, con mayúsculas.
Hasta llegar al punto en que nos encontramos, hemos pasado por momentos difíciles, nuestro paso a estatutarios, nuestro punto final al Insalud, y otros varios que nos han traído a 2009, en el que comenzamos a abordar probablemente el más duro cambio, construir un nuevo hospital ubicado en el actual. Y es el momento de lanzar un aviso a navegantes: Las ya de por sí notables dificultades de la labor asistencial van a verse incrementadas con la inevitable interferencia de la puesta en marcha y consecución del proyecto y tal vez alguien pueda tener la tentación de achacar a la Sanidad, pública en este caso, alguna ralentización o deterioro en las prestaciones, que sólo serían debidas a causas exógenas, daños colaterales. El inexcusable peaje para la mejora.
Las autoridades y altos dirigentes, estén o no dentro de la organización sanitaria, están obligados, pueden y deben esforzarse para minimizar los efectos indeseados. Es el momento de aunar esfuerzos por un objetivo común, cada uno en la medida que le corresponda. Los profesionales garantizando la calidad de nuestro trabajo y colaborando con los sectores extrasanitarios, y los usuarios aceptando, no más allá de lo imprescindible, las molestias que se les ocasionarán, para un resultado satisfactorio.
Pero no se le haga a la Sanidad Pública responsable de enfermedades que sólo se pueden curar con tratamientos que han de aplicar sectores no sanitarios.

 

Clara Argúello

Pubicado en «El Adelanto», 28 de febrero de 2009

Compartir en email
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en whatsapp