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Nos quieren convencer de que hay que tener paciencia; saber esperar. Es la crisis y todos somos culpables. Todos tenemos que pagar. Pero saldremos de ella y todo será maravilloso.

Pocas veces se han visto tantas falsedades tan concentradas. Y con la coletilla agravante de saber esperar.

En sanidad ya sabemos lo que eso significa: esperar a ser atendido; esperar a ser estudiado con las pruebas complementarias; esperar a ser diagnosticado; esperar a ser operado cuando la solución es quirúrgica. Esperar. Paciencia. A veces la calidad de vida no es paciente con tanta espera.

Y las listas de espera crecen y se desbordan. Tanto que ni se atrevieron a dar los datos en el Consejo de Salud de Área. Desde que nos desmoralizan con el cuento de la crisis, que no han provocado los paganos de siempre, las listas de espera aumentan más del 125%; ¡más del doble! Y se detrae dinero de los servicios públicos; lo llaman los inevitables recortes; y el dinero va a otros bolsillos; o bancos; donde la gente de a pie no ha perdido nada.

Alguien creerá que cuanto más crecen las listas de espera en el sistema sanitario público más pacientes pasan a pagar los cuidados en el sistema privado; los que puedan. Algo parecido va en el programa de algún partido político; con disfraz. Lo llaman complementar el sistema público con el privado. Hay gente que vende como buena la idea de la espera. Y gente que tiene en ello su negocio.

Si estamos atentos veremos que, por ejemplo en Madrid, esto ya está en marcha. Tendremos que aprender a leer la letra pequeña y los clamorosos silencios de los programas de los partidos. Nos dirán que quieren mejorar la calidad de la sanidad con la aportación (¿desinteresada?) de la iniciativa privada.

Y siempre, exigir a los gestores de lo público una buena gestión; y transparencia. No se puede dar por bueno que aumenten las listas de espera; ni que se oculten los datos.

Yo soy de Machado: el que espera, desespera. Y la verdad, verdad es; y sigue siendo verdad aunque nos cuenten las cosas al revés.

 

Ildefonso Esteban. El Adelanto 11 Noviembre 2012

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