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Galicia: Pacientes en paro encuentran sus tarjetas sanitarias desactivadas tras agotar el subsidio y tardarán 2 o 3 meses en tramitar una nueva durante los cuales se tienen que pagar su asistencia sanitaria. Será necesario llevar al menos 6 meses censado en la comunidad para ser intervenido de una patología no grave. La renovación de la tarjeta sanitaria tendrá un precio de 10,5 €.

Cataluña: Cierre de Centros de Salud, hospitales a medio gas, con plantas enteras y quirófanos cerrados, listas de espera que se alargan interminablemente, y a todo esto, su Consejero de Sanidad, que anteriormente fue el presidente de la patronal de hospitales privados de Cataluña, declara que la salud es «un bien privado que depende de cada ciudadano y no del Estado» y propone avanzar hacia un modelo sanitario con seguros privados obligatorios a partir de un determinado nivel de renta. A más a más, todo el día a vueltas con el copago, el tique moderador o la tasa por receta. 

Madrid: Los madrileños habrán pagado por los nuevos hospitales de financiación privada cuatro veces más de lo que ha costado su construcción, cuando retornen a manos de la Administración dentro de 30 años. En los presupuestos de 2011 se ha reducido un 8,9 % el presupuesto de los hospitales públicos y se ha incrementado un 32 % el de los centros de gestión privada.

Con la excusa de la crisis nos quieren convencer de que recortes en las prestaciones, copagos y privatizaciones, son necesarios para la sostenibilidad del sistema. Pero no es así, como se puso de manifiesto en la presentación del libro «30 años de sanidad en España / 30 años de la ADSP de Salamanca», que tuvo lugar el martes pasado. Nuestro Sistema Nacional de Salud es eficaz, es apreciado por los ciudadanos y es sostenible. El gasto sanitario público español es inferior a la media de los países de la Unión Europea, pero no recibe financiación suficiente y sufre un incremento de costes en gasto farmacéutico, sobreutilización de tecnologías, descentralización de compras, etc. ¿No corrimos como cobardes a rescatar a los bancos? ¿Por qué no estamos ya corriendo a rescatar nuestra sanidad pública?

José Luis Garavís. El Adelanto 3 Diciembre 2011

 

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