Asociación para la defensa de la sanidad pública

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Las fechas que nos envuelven son propicias a hacer balances, propuestas, deseos, agradecimientos…, será por el componente emocional, pues la vida es un todo continuo, pero es esa mezcla de sentimientos, refuerzan tus convicciones para seguir adelante y despejan las dudas planteadas de forma interesada o no, sobre los servicios públicos establecidos.

La sanidad pública no es ajena a todo ello y los tiempos actuales no ayudan, pues se sanitarizan todos los problemas y la insatisfacción generalizada, golpea a los servicios mas cercanos y a sus trabajadores.

La pregunta es; ¿hay otra opción mejor? En cuanto a equidad y universalidad, llegan los servicios a todos y aunque residan en lugares lejanos, somos beneficiarios de prestaciones, independientemente de su cuantía y en condiciones de igualdad, además de otras ventajas que desde esta columna hemos defendido en numerosas ocasiones.

Los intereses en el que se basan la mayor parte de otros sistemas de gestión sanitaria, generan dudas sobre su justicia social y es una quimera pensar que su objetivo fundamental sea otro distinto al rendimiento económico.

Pero siempre es necesario evolucionar, sin olvidar la razón del sistema público. Está claro que no todo funciona a niveles plenos de satisfacción y que se deben potenciar aspectos que en ocasiones fallan, tales como las listas de espera, la coherencia entre las distintas comunidades etc.

La gestión realizada por los representantes elegidos por los ciudadanos, debe estar dirigida sin interferencias a potenciar los servicios con el fin de llegar en las mejores condiciones a los beneficiarios, pero también es fundamental marcar límites, no vale todo, aunque tenga un coste político.

El compromiso de defensa de la sanidad pública debe llegar a todos sus trabajadores, que se impliquen en su trabajo y que son la mayoría, aún a pesar de las dificultades laborales que puedan sufrir.

A los que nos ayudan a creer en este tipo de asistencia gracias y felicidades y a los demás también, por algo atendemos a todos.

Antonio Julián. El Adelanto 2 Enero 2010

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