Asociación para la defensa de la sanidad pública

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Entra una paciente en mi consulta y se sienta al otro lado de la mesa. Saludo, y vuelvo la vista al ordenador que mantiene cautiva toda mi atención; va lento, y finalmente parece que se ha bloqueado. Por la parte inferior de la pantalla aparece un mensaje: “Sacyl no responde”. La señora refiere que cada vez ve menos; que tenía una revisión para 6 meses por cataratas evolucionadas, y ya ha pasado más de un año sin obtener cita. “Comprendo” digo avergonzado. “Lo siento, tengo que parar la consulta porque no funciona el ordenador; puede esperar en la sala de espera y yo le aviso cuando funcione”.
La mesa entre el paciente y el sanitario se me antoja la representación de los recursos asistenciales que facilitan o entorpecen la asistencia directa, eje del proceso sanitario.
Sobre la mesa, junto al ordenador, el boli, las gafas, hay una publicación sanitaria y el Smartphone que parpadea con un mensaje de los amigos de la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos denunciando un nuevo rescate de 218 millones de euros de la Junta de CyL (¡36.000 millones de pts!) a la sociedad concesionaria del HUBU (el nuevo Hospital de Burgos) llamado ajuste financiero; parece que ya llevan gastados 1600 millones de un presupuesto inicial de unos 600. Es un nuevo golpe para la sostenibilidad del sistema de Sanidad de CyL; y yo pienso: ¡Va a quedar poco para los demás y para las eternas obras del Hospital de Salamanca!
Ojeo los titulares del semanario médico. Interesante el informe anual del SNS del año 2013 (Sistema Nacional de Salud); son los primeros datos oficiales tras los recortes del ya famoso decreto 2012. Se constata la pérdida de más de 5000 sanitarios, fundamentalmente enfermeros, en cuatro años y de 1500 médicos sólo en 2013, junto a un 3,6 % de plazas MIR y 6000 camas hospitalarias (si bien aumentaron las plazas de Hospitales de día). El gasto sanitario público transferido disminuye un promedio de un 5,6%, con grandes diferencias entre autonomías (Baleares baja un 18% y nuestra CyL no disminuye sino ¡crece un 3,7%! Curiosamente, en época de crisis crece el gasto sanitario privado nacional un 2%.
Funcionalmente, los datos de resultados se manifiestan en pérdida del carácter universal de la sanidad pública, aumento vergonzante de las listas de espera (las de primera consulta para especialistas a veces superan el año; incluso en Atención Primaria ha aumentado la demora de 1 a 3,5 días de promedio). Preocupante es el dato del 5,2% de la población que dejó de tomar algún medicamento por ser caro.
El ordenador comienza a dar señales de vida y, mientras regresa la señora, pienso que si CyL presentó en 2013 el mayor crecimiento en gasto sanitario a nivel nacional, y las cosas están como están (sistema informático penoso, listas de espera insufribles, parones presupuestarios en el H de Salamanca junto con externalizaciones quirúrgicas hacia clínicas privadas por valor de 2,8 millones), van a tener razón los de Burgos: se están favoreciendo y financiando intereses privados con dinero público.
A ambos lados de la mesa tenemos el mismo interés y la misma responsabilidad en defender y conservar para el futuro nuestro modelo de sanidad pública. ¡Hacen falta más mareas!

José Mª Casado. ADSP Salamanca. 

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