Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

Síguenos en:

Síguenos en:

Asociación para la defensa de la sanidad pública

¡ASÓCIATE! rellenando este formulario o llamando al teléfono: 913339087

 

Sin duda, la más prestigiada de las diferentes vías para la formación de especialistas de que disponemos en España es el «sistema MIR», que eliminó una forma de especialización que no ofrecía ningún tipo de solvencia. Puesto que el examen de selección (examen MIR) se hace con garantías casi absolutas, el sistema proporciona, además, igualdad de oportunidades para todos, lo que es en sí mismo muy importante. Todos los profesionales que trabajan en hospitales acreditados para la docencia deberían esforzarse en mejorar este sistema de formación.

La especialización MIR es una autoformación tutorizada que se basa en la formación progresiva y desorganizada en torno a los problemas de todos los días y la formación organizada basada en cursos, seminarios y sesiones clínicas. Es necesario dar a los residentes una instrucción teórica, práctica y ético-humana, es decir, como decíamos a propósito de la formación de pregrado, el especialista «debe saber, saber hacer y saber ser»
Los médicos internos y residentes no son mano de obra barata de un hospital y, por tanto, no deben sustituir a los médicos de plantilla, aunque, de forma ocasional, esto es aceptable por necesidades no previstas. En ningún momento pueden ser obligados ni coaccionados a ejercer una actividad asistencial para la que no están capacitados.
No cabe duda de que los especialistas en formación representan una ayuda estimable para el servicio hospitalario y un estímulo para el equipo de trabajo y, sobre todo, para el hospital. Su presencia conlleva una serie de obligaciones ineludibles para los médicos de plantilla. Por un lado la atención a los MIR: organización de sus rotaciones fuera y dentro del servicio, tutorización de la formación, supervisión del aprendizaje, control de la adquisición de conocimientos, etc. Por otro lado, la formación continua, obligatoria en cualquier circunstancia, se ve favorecida y estimulada por la mera presencia de los especialistas en formación.

 

Pablo de Unamuno.

Pubicado en «El Adelanto», 26 Mayo 2001

 

Compartir en email
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en whatsapp